La Asociación Profesional <<SevillaMediando>> es una
organización sin ánimo de lucro, de reciente constitución y formada por
personas mediadoras, que nace con la intención de dar a conocer a la ciudadanía
en general la Mediación en el Ámbito Familiar, a los centros escolares -
padres, docentes y alumnos- la Mediación en el Ámbito Educativo, y, por último,
promover y gestionar programas de Mediación Comunitaria (Convivencia y Civismo
en Contextos Vecinales) a través de los Servicios Municipales de los
Ayuntamientos.
La mediación es un sistema
alternativo de resolución de conflictos que permite a las partes implicadas en un conflicto resolver
ellas mismas su problema con la ayuda de un mediador.
Por su parte, el mediador es un
profesional, debidamente formado, que de forma imparcial, neutral y objetiva
asiste a las partes para que alcancen un acuerdo de forma voluntaria y
satisfactoria para ambas. El rol principal del mediador es canalizar la
información, permitiendo que las partes se escuchen mutuamente, y propiciar la
colaboración de todos para la búsqueda de un futuro mejor, con nuevas formas de
entendimiento.
Es importante resaltar la
voluntariedad de la mediación. Se llega a ella libremente, ante la necesidad de
resolver un conflicto de intereses. Otra de las características fundamentales
de la mediación es que se trata de un proceso confidencial. Nada de lo relatado
durante una sesión de mediación puede desvelarse ante terceros. Asimismo evita
la ruptura de las relaciones, ya que ofrece la oportunidad de solucionar
conflictos de manera no adversaria. La mediación es un proceso más rápido y
sencillo que un procedimiento judicial, por lo que ahorra tiempo y dinero, es
decir, recursos.
Casos no mediables: Violencia de
Género y aquellos en los que la Administración sea parte.
LA MEDIACIÓN FAMILIAR
A lo largo de su vida, las
familias deben hacer frente a diversas situaciones de dificultad, que si no se
resuelven adecuadamente producen mucho malestar entre sus integrantes. El
conflicto forma parte inevitable de la convivencia, e imaginar una familia en
la que no existan conflictos no es posible ni deseable, puesto que bien
gestionado, el conflicto nos permite crecer y desarrollar nuevas y mejores
maneras de relacionarnos.
De todos los
conflictos sociales, los conflictos familiares son los más habituales y los que
suelen provocar mayor dolor ya que sus integrantes sufren no sólo por ellos
mismos, sino por las personas a las que quieren. Muchas veces, las familias no
saben cómo resolver esos conflictos porque no cuentan con las habilidades para
buscar y encontrar soluciones.
La Mediación
les ayudará, en éstos casos, a abrir canales de comunicación y a desarrollar
habilidades para la resolución de sus conflictos presentes y futuros.
De los conflictos
que se pueden producir en las familias, la ruptura de la pareja sea
probablemente, el más traumático para todos los miembros de la familia pues las
consecuencias negativas van más allá de la familia nuclear provocando efectos
incluso en la familia extensa, así como en los círculos de amistad y relaciones
laborales.
Mediante el
proceso de MEDIACIÓN se pretende salvar esos difíciles momentos con el menor
coste emocional –y también económico- posible. Ayudará a las partes a buscar
soluciones pactadas que les permitan gestionar los intereses comunes después de
la ruptura; y así conseguir acuerdos satisfactorios y duraderos que contemplen
los intereses de todos, padres, hijos y abuelos. La función del Mediador es
restaurar la capacidad de la pareja de comunicarse,
construir puentes suficientes que posibiliten, al menos, un acuerdo de mínimos.
El objetivo es, por tanto, conseguir un acuerdo, evitando las secuelas
emocionales que un proceso contencioso tiene tanto en la pareja, como en el
resto de la familia, principalmente en los hijos. En el convencimiento de que
nadie como nosotros conoce nuestros problemas, a nuestros hijos y nuestras
circunstancias, nadie mejor que nosotros para buscar las soluciones. Porque
después del divorcio hay que seguir siendo padre o madre, la MEDIACIÓN es el
mejor camino.
VENTAJAS DE LA MEDIACIÓN EN LOS PROCESOS DE
RUPTURAS CONYUGALES:
- A diferencia de los convenios reguladores y sentencias judiciales, que imponen soluciones estandarizadas, con la mediación firmamos acuerdos que han sido propuestos y aceptados por las partes mediadas, adaptados a su realidad y circunstancias.
- En mediación, los asuntos privados a resolver se tratan entre los mediados y el mediador, preservando de este modo la intimidad familiar y personal de cada parte.
- Es un procedimiento más dinámico y ágil que los resueltos mediante la vía judicial. El tiempo en estos casos, es muy importante, pues debemos tratar de evitar que la situación tensa y angustiosa que nos supone el hecho de vivir una ruptura sentimental, afecte de modo negativo e irreversible nuestra relación como padres así como nuestra relación con los hijos.
- Conserva las relaciones entre las partes. Los hijos son los primeros beneficiados. Pueden seguir compartiendo con sus padres los momentos importantes de su vida. En una mediación con éxito nadie pierde y por lo tanto no se genera el resentimiento hacia la otra parte que crea un pleito. De hecho, los hijos pueden colaborar activamente en la creación de los acuerdos, si así lo permiten sus padres.
- Es extrajudicial. Las sesiones se desarrollan en un ambiente cálido, confortable y relajado.
- Es flexible. Los plazos, el ritmo y los temas a tratar se adaptan a las circunstancias personales de los mediados.
- Es efectiva. Lo que se acuerda voluntariamente tiene un mayor grado de cumplimiento que lo que nos imponen.
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