lunes, 29 de junio de 2015

Una mediación rocambolesca.


Rosa Mª Lindo Ortiz
Mediadora Familiar.
Hace tiempo que quería escribir sobre este caso, y aunque ya ha pasado más de un año desde que la hicimos, he decido hoy daros a conocer la historia.
Estábamos llevando a cabo una labor voluntaria de difusión de mediación en un juzgado de la provincia de Sevilla. Atendíamos casos de juicios de faltas entre familiares. En el caso que nos ocupa los protagonistas de la historia eran un abuelo y su nieta.
Primero conocimos a la chica, que iba acompañada por su madre, hija del anciano. Era una mujer joven que se sentía confundida y disgustada por estar en un juzgado y haber sido denunciada por su abuelo. Le sugerimos la posibilidad de hablar con él antes de entrar en juicio, informándole previamente sobre nuestra labor allí. Ella aceptó sin dudarlo y entró en la sala que utilizábamos para las sesiones.
Después de esto, fuimos a la búsqueda del abuelo. Era un hombre bastante mayor, de complexión gruesa que iba en silla de ruedas. Nos presentamos y al igual que hicimos con su nieta, le informamos sobre nuestra labor y sobre la oportunidad de hablar con ella. El hombre tenía dificultades para oírnos y entendernos. Empezó entonces a hablarnos sobre el accidente que había sufrido uno de sus hijos, sobre un problema que había con la herencia y nosotras nos miramos, comprendiendo que el señor estaba confundido, pues la denuncia había sido por insultos.
Le aclaramos que él estaba allí porque había denunciado a su nieta, y que ella estaba dispuesta a hablar con él antes de entrar en juicio y el hombre aceptó.
Nos encaminamos entonces hacia la sala pero cuando intentamos entrar, la silla de ruedas en la que iba el abuelo no nos permitió hacerlo. La situación en la que nos encontramos era así: la nieta, la madre y yo dentro de la sala. El hombre encajado en el marco de la puerta, y mi compañera fuera de la sala.
Así, como comprenderéis era muy difícil hacer una buena sesión informativa pero, la verdad es que no hizo falta. La nieta y su madre en cuanto vieron al abuelo, comenzaron a hablar con él con mucho cariño. Querían aclarar el motivo de la denuncia y el abuelo reaccionó recordando el porqué. Increpó a su nieta por haberlo insultado en una ocasión durante el tiempo en que el anciano había vivido con ella y con su madre. El abuelo se desahogaba, demostrando el daño que sentía por la actitud de su nieta con él. La hija le recordaba el amor con el que lo habían cuidado y el respeto que sentían por él. Todo aquello entre lágrimas y desconsuelo pero sin gritos y con mucho respeto.
Después de haber aclarado los motivos, la nieta se acercó al abuelo y le pidió perdón. El abuelo lo aceptó y ambos se besaron y abrazaron. Igualmente ocurrió con la madre de la chica.
Nosotras vivimos aquello como meras espectadoras porque fueron ellos los que mediaron y arreglaron sus diferencias de un modo pacífico y con amor, que es la mejor manera de arreglar nuestras rencillas con aquellos que queremos.
Aquello no parecía muy profesional, un hombre encajado en la puerta, mi compañera y yo en lugares diferentes y sin poder informar correctamente….pero hicimos algo importante, darles la oportunidad a ellos, a los verdaderos protagonistas de la historia y, como no podía ser de otro modo,  la mediación salió sola. 


Rosa Mª Lindo Ortiz.

Mediadora Familiar y de Menores nº 1374.


martes, 1 de abril de 2014

¿Puedo ver al niño el próximo fin de semana?

Rosa Mª Lindo Ortiz.
Mediadora Familiar.
Esta era la pregunta que durante la sesión de mediación hacía el padre de un niño de 6 años a la madre del menor.

Ella sin mirarlo le respondía que no y él ante la negativa le preguntaba ¿por qué? Ella, que seguía sin mirarlo, le respondía: porque no.

Lamentablemente es algo que se repite con bastante frecuencia en la vida de muchos padres separados, con o sin convenio regulador. Para los que carecen de documento legal regulador de visitas, el poder estar con sus hijos se convierte en un imposible. Y no les queda otra que acudir a un abogado.

Pero para muchos otros que sí cuentan con un convenio, a veces no resulta tan fácil como pudiese parecer el poder estar con sus hijos cuando les corresponde.

Y el problema que todos ellos tienen en común es uno sólo: que dejaron de ser pareja.

Durante las sesiones de mediación, trabajamos los daños, porque detrás de cada negativa a las visitas y a las comunicaciones hay mucho daño, mucho dolor y sufrimiento.

En mediación facilitamos un contexto en el que puedan expresar sus sentimientos delante del otro, sintiéndose oídos y legitimando de este modo sus necesidades. A partir de ahí podemos empezar a re-construir la relación desde el presente hacia el futuro, haciéndoles entender que por encima del dolor y de los daños están los intereses de los menores. Y no sólo sus intereses, sino sus sentimientos que en la mayoría de las ocasiones no son tenidos en cuenta porque “lo nuestro” nos duele más o porque el otro se convierte en un mal para todos.

Pero a veces la mediación no es posible. Y las razones pueden ser varias. Hay personas que aún no han tomado conciencia de la realidad que están viviendo y se niegan a reconocerla. Estas personas no están preparadas para iniciar el camino de la mediación, puesto que la mediación requiere que los mediados hagan importantes esfuerzos para la buena consecución de este procedimiento: escucha activa, sinceridad, reconocimiento, etc.

Esta predisposición se verá en las sesiones conjuntas pero también será necesaria la sesión individual con la persona “desubicada” para indagar más profundamente en las circunstancias en las que ésta se encuentra. El mediador tendrá que respetar el momento por el que están pasando los mediados y reconocer que la mediación no será posible cuando se dan éstas condiciones de las que hablamos. No obstante esto no hay que vivirlo ni transmitirlo como algo negativo sino todo lo contrario. Seguramente en estas sesiones de mediación habremos ayudado a esa persona a tomar conciencia de su situación y a que empiece a avanzar hacia alguna dirección, algo que hasta ahora no había sucedido. Se habrá sentido escuchada y arropada, y habrá logrado comunicarse respetuosamente con su pareja en un entorno sano. Por lo que habrá que felicitar a las partes por haber dado este importante paso, a pesar de sus circunstancias y alentarles para que, superadas sus situaciones personales de crisis internas de dolor, de tristeza, de rabia o de rencor, decidan volver a mediación con el convencimiento pleno de que es el espacio en el que quieren estar para poder resolver sus conflictos.


Rosa Mª Lindo Ortiz.
Mediadora Familiar y de Menores nº 1374.

domingo, 19 de enero de 2014

MEDIACIÓN Y ADOPCIONES


Se puede definir la mediación familiar como un sistema cooperativo de gestión y resolución de conflictos entre los miembros de una familia, entendida ésta en sentido extenso, que a través de un proceso no jurisdiccional, voluntario y confidencial posibilita la comunicación entre las partes, para que traten de plasmar los intereses comunes en un acuerdo viable y estable que resulte satisfactorio para ambas, y atienda, también, a las necesidades del grupo familiar, especialmente las de menores y discapacitados. Dicho proceso es facilitado por el mediador, que es un tercero imparcial, neutral, capacitado idóneamente y sin ningún poder de decisión (García Villaluenga, 2006).

Dentro de la mediación familiar podemos encontrar un subtipo, que se encarga de los conflictos familiares relacionados con la adopción, ya que esta se encuentra necesariamente vinculada a las familas. Sin embargo, encontramos que la persona adoptada no cuenta con una, si no con dos familias: la biológica y la adoptiva.

Conjugando estas dos variables, obtenemos que la mediación familiar, se ocupa de una manera específica de las adopciones, con dos procesos diferentes.
El primero de ellos se encarga de las relaciones de la familia adoptiva. De los conflictos que puedan aparecer en su seno, igual que en cualquier otra familia, pero atendiendo a sus peculiaridades. Este proceso se conoce como Mediación Familiar en Adopciones.

En segundo, se ocupa de la familia biológica. Más concretamente del intento o del establecimiento de una relación entre la persona adoptada y su familia de origen. Este proceso se conoce como Mediación en Búsqueda de Orígenes.


MEDIACIÓN FAMILIAR EN ADOPCIONES.

Para definir la mediación familiar en adopciones, podríamos decir que es aquella que se encarga de ayudar en la solución y gestión de los conflictos familiares que ocurran en una familia dónde al menos uno de sus miembros es adoptado.
Sin embargo la mediación familiar en adopciones tiene algunos matices diferentes. Al ocuparse de núcleos familiares peculiares, ha de tenerse en cuenta que también será diferente en algunas cosas la relación existente entre ellos. Es por esto que se hace necesaria la formación o familiaridad en campos como la vinculación y apego en estos casos, la construcción de la identidad del adoptado y los sentimientos de abandono o gratitud que pueden sentir por su condición de hijo no biológico. Del mismo modo, es interesante conocer las reacciones y desarrollo típico de la familia adoptante.
Para acotar más las competencias de la Mediación Familiar en Adopciones, se pueden identificar cuáles son las temáticas más usualmente tratadas en este servicio. (Ledesma, J 2012)

  • Separación y divorcio: En este tipo de mediación, cabe gestionarse las separaciones y divorcios de núcleos familiares dónde se tenga un hijo adoptado. Siempre es beneficioso la participación de un mediador para que las partes puedan llevar a cabo el proceso satisfaciendo sus necesidades y gestionando esta difícil etapa atendiendo a sus intereses. Mucho más en el caso de familias adoptantes, dónde se dan unas relaciones familiares particulares. Es, en esta situación, importante contar con un mediador formado al respecto. Que atienda a las nuevas problemáticas que puedan surgir, como por ejemplo el sentimiento de doble abandono del menor adoptado.
  • Conflictos cuando los hijos alcanzan la adolescencia: El desarrollo de la adolescencia es un periodo convulso en la vida de cualquier familia, y mucho más en las familias adoptantes que tienen sus propias peculiaridades fruto de las preguntas y búsquedas internas del menor adoptado.
  • Convivencia y relación entre los hijos biológicos y los adoptados: Esta situación es única en este tipo de familias. Es importante entender los procesos por los que pasan y los sentimientos que despierta esta situación en cada uno de los miembros de la familia. No solamente durante la edad infantil y adolescente, sino incluso durante la edad adulta. En la relación fraternal cuando los progenitores han fallecido o son dependientes.
  • Conflictos derivados de la revelación de orígenes del adoptado: No se debe entender que sea el mediador el que lleve a cabo la revelación de la condición de adoptado a la persona que lo sea. Esto es únicamente cometido de los padres adoptivos. El papel del mediador, es el de facilitar la comunicación familiar a la hora de llevar a cabo la comunicación, ( si es que esta se lleva a cabo en un momento concreto) o ayudar a subsanar aquellos problemas que surjan en el núcleo familiar a raíz de esta revelación.

No obstante son susceptibles de mediación familiar en adopciones, todos aquellos conflictos o falta de comunicación que tengan lugar en el núcleo de una familia con hijos adoptados. Siempre que se trate de un conflicto en el que sea necesario o beneficioso el conocimiento por parte de la persona mediadora del desarrollo y peculiaridades de una persona adoptada y su entorno. Aunque no se ajuste a la descripción de las situaciones que se han descrito hasta ahora.

Para el desarrollo eficaz de la labor de mediación en adopciones, es importante la formación específica en los siguientes campos relacionados con el desarrollo del menor adoptado y las relaciones familiares:

APEGO: Ha de conocerse los mecanismos y la importancia de establecer un estilo de apego seguro para el satisfactorio desarrollo de la vida emocional, relacional y afectiva del adoptado. La historia previa del menor, sus circunstancias y la sensibilidad de los padres adoptivos, van a determinar el tipo de apego que se desarrolle. Influyendo esto en el resto de las vinculaciones de esta persona y en la dinámica comunicativa y relacional del núcleo familiar.

DESARROLLO DE LA IDENTIDAD: El conocimiento sobre la formación de la personalidad, nos permite hacernos una idea aproximada de la situación evolutiva del adoptado y las consecuencias que esto puede tener en la familia. A la hora de abordar una mediación familiar intergeneracional con una familia adoptiva, nos resultará vital este conocimiento. Nuestras habilidades como mediador, se verán enfatizadas, si somos capaces de reconocer la situación familiar, pudiendo dirigir la recogida de información hacia los intereses y necesidades más internos y personales. Son muchas las temáticas en las que puede resultarnos esclarecedor el conocimiento de las etapas en la resolución de la crisis de identidad. Muy especialmente en este caso sobre la elaboración de la identidad de adoptado. Este es un trance que puede resultar difícil y sobre el que hemos de ser sensibles como profesionales. También es de gran importancia el contemplar el momento de desmitificación y alejamiento de los padres adoptivos, en este caso. Esta situación provoca una alta conflictividad en la familia. Lo que hace probable que se requiera de nuestro trabajo en esta época. El conocimiento del cometido evolutivo de este distanciamiento, nos permite identificar las necesidades del menor, que son la independencia y desvinculación, para poder coger el control de su vida.

MEDIACIÓN EN BÚSQUEDA DE ORÍGENES.

Con la ley 54/2007 de 28 de Diciembre, que reconoce el derecho del adoptado a obtener información sobre sus orígenes, se plantea una realidad delicada.
Por un lado, el adoptado, que en su mayoría de edad, o con la colaboración de sus tutores, decide buscar a su familia de origen. Obteniendo así información muy relevante para su vida. Una incógnita, sobre la que, ha estado pensando e imaginando durante toda su vida. Es muy importante comprender y tener en cuenta las razones que le llevan a esta búsqueda y cómo se experimenta esta necesidad de información en el desarrollo personal del adoptado. Así como qué expectativas tiene sobre esta comunicación, si quiere llevar a cabo encuentros personales o solo intercambiar información.

Por otro lado hay que contemplan la situación de la familia biológica. Que aunque la ley obliga a dar información sobre ellos, estos no se ven comprometidos a establecer contacto con este hijo, nieto o hermano biológico que fue dado en adopción. La familia biológica no decide en qué momento son buscados por su pariente, pudiendo encontrarse en circunstancias en las que no les es posible o conveniente establecer este contacto. Las razones pueden ser muy diversas en casa caso, pero sin embargo no suele ser una buena experiencia el tener que dar un hijo en adopción. Pudiendo suponer, esto, un capítulo que no se quiere volver a abrir.

En un tercer lugar, y en un segundo plano, se puede encontrar en algunas ocasiones a la familia adoptiva, que puede interpretar este proceso como un rechazo de su hijo adoptivo, al querer este contactar con su familia de origen. La familia adoptiva no tiene porqué intervenir en este proceso, sin embargo, puede atenderse en mediación si se considera oportuno.
Además de contar con varias partes, esta realidad puede ocupar dos búsquedas de orígenes diferentes. Por un lado pueden llevarse a cabo búsquedas por parte de personas que fueron entregadas cuando eran muy pequeños. Esto quiere decir, que no tienen recuerdos de su familia biológica, que no sabe quiénes son. Sin embargo, también podemos encontrar el caso en el que el adoptado recuerde a su familia biológica, ya que fue dado en adopción a una edad más avanzada. En este caso no sería, técnicamente, una búsqueda de orígenes, si no un restablecimiento del contacto familiar.

Como se ve, la búsqueda activa de orígenes, plantea varios actores y una infinidad de delicados temas a gestionar.

La mediación, es una herramienta para llevar esta situación de la manera más beneficiosa. Igual que en el resto de situaciones espinosas, la mediación brinda un escenario dónde los actores pueden exponer sus necesidades, en un entorno de confidencialidad y confianza, sin que se imponga la voluntad de nadie.

Algunos de los principios de la mediación, que ya se han detallado, toman un especial significado en esta Mediación en Búsqueda de Orígenes.

Una de las principales ventajas de la mediación, para abordar temas delicados es la imparcialidad, ya que ninguna de las partes va a sentirse juzgada, ni ninguna tiene más derecho que otra, este principio abre una puerta a que la familia de origen acuda.

Es muy importante la figura del mediador que aporta profesionalidad y rigor, esto da confianza a las partes que pueden acceder más fácilmente al proceso. También es importante esta figura a la hora de intercambiar información. El hecho de que se haga a través de este profesional, asegura que no hay un encuentro o una revelación de identidad no deseada entre las partes. Este aspecto enlaza con la confidencialidad.

Como se ha dicho anteriormente, la familia de origen no está obligada a mantener contacto con la persona adoptada, sin embargo, es posible que esté de acuerdo en acudir a mediación, si podemos asegurarle que no vamos a facilitarle ningún dato identificativo a la otra parte. Esto preserva, si ese es su deseo, su intimidad y le da la seguridad que el adoptado no va a irrumpir en su vida sin su permiso.

En el caso del adoptado esta confidencialidad también es importante. Aunque el adoptado quiera tener contacto con su familia de origen y no quiera ocultar su identidad o residencia, es prudente hacerlo en un primer momento, para evitar posibles chantajes emocionales o económicos.

Se trata de un proceso personal, que es modulado por el mediador, adaptándolo al ritmo y evolución de cada una de las partes. Para que todas se sientan cómodas en el proceso y estén preparadas para los pasos que van a dar. Para que se pueda ajustar el proceso, es indispensable el respeto. Las partes han de entender que en este escenario, se respetan las decisiones de todos los actores, y se respetan igualmente los tiempos que cada uno de ellos necesite.

Este nuevo tipo de mediación, además de específico, ya que solo se ocupa de una población muy pequeña y de unas determinadas características, tiene una naturaleza diferente al del resto de mediaciones. En cualquier mediación, nos ocupamos de estrechar, modificar o incluso interrumpir los vínculos entre personas que previamente mantenían una relación. Bien sea por temas laborales, judiciales o vínculos emocionales o familiares. Pero en la búsqueda de orígenes lo que nos ocupa es la creación de este vínculo. El construir una relación entre personas que no la tienen.

Esta característica la hace diferente al resto, teniendo un plan de desarrollo también un poco diferente, sin embargo mantiene la esencia de lo que significa la mediación, los principios y las técnicas de las que se sirve esta, permanecen intactos.


Carmen Porras Córdoba. Psicóloga y Máster en Mediación.

lunes, 23 de diciembre de 2013

UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ÁMBITO TERRITORIAL DE APLICACIÓN DE LA LEGISLACIÓN ANDALUZA DE MEDIACIÓN FAMILIAR.

Como no podía ser de otra forma, el artículo 1 de la Ley de Mediación Familiar de Andalucía (LMFA), determina que su objeto es regular las actuaciones de mediación familiar que se desarrollen en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

El Reglamento de Mediación Familiar de Andalucía (RMFA), al tratar el ámbito subjetivo de aplicación, en su art. 2 hace referencia al criterio territorial en dos ocasiones: la primera, para la persona mediadora, cuando dispone en su apartado 1º que quienes deseen ejercer la mediación familiar en Andalucía, deben solicitar la inscripción en el Registro de Mediación familiar para lo cual se va a exigir que cumplan los requisitos exigidos en el Reglamento y que vayan a ejercer la mediación familiar en cualquiera de los municipios de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Art. 2.1 RMFA “Para el ejercicio de la mediación familiar en Andalucía, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 18.2 de la Ley 1/2009 de 27 de febrero, deberán solicitar la inscripción en el Registro de Mediación Familiar de Andalucía quienes reúnan los requisitos establecidos en este Reglamento y vayan a desarrollar su actividad profesional en cualquiera de los municipios de la Comunidad Autónoma de Andalucía

Y la segunda, para los mediados, cuando en su apartado tercero determina que:

Art.2.3 “Asimismo, en los términos previstos en el presente Reglamento, podrán solicita la designación de persona mediadora a través del Registro de Mediación Familiar de Andalucía, así como ser beneficiarias de la mediación familiar gratuita, aquellas personas que, sean partes interesadas en cualquiera de las situaciones previstas en el artículo 1.2 de la Ley 1/2009 de 27 de febrero, estén empadronadas y tengan su residencia en alguno de los municipios andaluces”.

A mi parecer, la regulación contenida en este apartado por una parte es muy estricta al exigir el doble requisito del empadronamiento y la residencia en el ámbito de la Comunidad Autónoma para poder acceder a los servicios de mediación a los que se refiere (designación de persona mediadora por el Registro, y gratuidad) y, por otra, los criterios contenidos en el precepto deben ser ampliados para dar cabida a aquellos supuestos en que los familiares implicados en conflictos familiares residen y/o están empadronados unos en Andalucía y otros fuera de esta Comunidad Autónoma, situación que puede ser más que frecuente.

Es preciso que se de cabida a estas situaciones, máxime si se tiene en cuenta que los Juzgados y Tribunales que radican en Andalucía, son competentes para conocer de los litigios que se puedan derivar de estos conflictos. Ej. los Juzgados andaluces, serán competentes para conocer de los procedimientos de familia cuando el último domicilio familiar radique en Andalucía o cuando los menores residan en Andalucía. (art. 769 de la Ley de Enjuiciamiento Civil), lo cual permitirá que aunque los cónyuges o progenitores residan y/o estén empadronados fuera de Andalucía, (ambos o uno de ellos) tengan que litigar en nuestra comunidad autónoma para resolver el asunto familiar (separación, nulidad, divorcio o medidas respecto de los hijos).

Otro ejemplo es, en materia de cuestiones hereditarias, materia en la que el artículo 52.4 de la Ley de Enjuiciamiento civil determina que “será competente el Tribunal del lugar en que el finado tuvo su último domicilio, y si lo hubiere tenido en país extranjero, el del lugar de su último domicilio en España, o dónde estuviere la mayor parte de sus bienes a elección del demandante”, por lo que si estos lugares radican en territorio andaluz, el Juzgado competente será el que extienda su jurisdicción a dicho lugar, por lo que los familiares-herederos en conflicto, aunque no residan en Andalucía, deben someter el litigio a este órgano.

En todos estos casos, las personas que tengan un litigio en Andalucía y que carezcan de recursos económicos, aunque no residan ni estén empadronados en nuestra Comunidad Autónoma pueden obtener el reconocimiento del beneficio de Justicia Gratuita. (Art. 2 y 3 de la Ley 1/96 de 10 de enero de de Asistencia Jurídica Gratuita ); si tienen concedido este beneficio, pueden acceder al mediador gratuito conforme al RMFA, art. 17.1a); y si tienen un procedimiento judicial en trámite, pueden solicitar su suspensión para someter el asunto a mediación.

Por lo que, podemos concluir que, se produce una situación cuanto menos paradójica en los casos descritos, ya que los no residentes y/o no empadronados en Andalucía, tendrían derecho a mediador inscrito en el Registro Andaluz y además a su gratuidad, pero siempre que hubiesen interpuesto demanda y su conflicto estuviese sub judice, y no previamente para evitar el litigio, situación ésta que choca frontalmente con el propio sentido de la mediación.


Por último indicar que, fuera de los casos examinados (esto es, los supuestos del artículo 2.3 RMFA, -solicitud de designación de la persona mediadora por el Registro de Mediación o que se tenga derecho a la mediación gratuita) cualquier persona interesada en someter su asunto a mediación, sea cual sea su residencia o lugar de empadronamiento (dentro o fuera de Andalucía), puede elegir a una persona mediadora de Andalucía y, si lo desea, acceder al listado de personas mediadoras del Registro Andaluz. Así el párrafo 2º del artículo 2, dispone que “Con carácter general, las partes en conflicto que estén interesadas en el proceso de mediación familiar podrán acceder al listado de las personas mediadoras inscritas en el Registro de Mediación Familiar de Andalucía, de acuerdo con lo establecido en los artículos 4 e) y 21.1 de la Ley 1/2009 de 27 de Febrero”. 

Ángela Hernández Cepeda. Abogada y Mediadora Familiar.

martes, 10 de diciembre de 2013

DÓNDE Y CÓMO SOLICITAR LA MEDIACIÓN FAMILIAR

DÓNDE SOLICITARLA:

Tras la aprobación del Decreto 37/2012 de 21 de febrero que aprueba el Reglamento de Desarrollo de la Ley 1/2009, y que entra en vigor a los tres meses de su publicación en BOJA, la opción para solicitar mediación familiar e intergeneracional pasa por el Registro de Mediación Familiar.
El Registro de Mediación Familiar de Andalucía, según el art. 6.3. es definido como “un instrumento de conocimiento, ordenación, organización, control y publicidad de las personas mediadoras y de los equipos de mediación”. En este registro estarán inscritas tanto personas mediadoras individuales como equipos interdisciplinares. Por su carácter público, estará a disposición de aquellas personas que lo soliciten en las Delegaciones Provinciales de la Consejería de Salud y Bienestar Social.
También los Colegios Profesionales relacionados con el ámbito de la mediación familiar, esto es, Derecho, Psicología, Psicopedagogía, Sociología, Pedagogía, Trabajo Social o Educación Social u otras análogas, dispondrán de información sobre sus profesionales colegiados especialistas en mediación inscritos en el Registro.
La mediación por esta vía podrán solicitarla en:
·         Delegaciones provinciales de la Consejería de Salud y Bienestar Social (área de Bienestar Social).
·         Juzgados asignados en cada provincia.

EN SEVILLA: Sevilla

·         Juzgado de Primera Instancia Nº 6 de Sevilla.
·         Juzgado de Primera Instancia Nº 7 de Sevilla.
·         Juzgado de Primera Instancia Nº 17 de Sevilla.
·         Juzgado de Primera Instancia Nº 23 de Sevilla.
·         Juzgado de Primera Instancia Nº 26 de Sevilla.
·         Sanlúcar la Mayor: Juzgado de 1º Instancia e Instrucción Nº 1 de Sanlúcar la Mayor

Del antiguo programa de mediación familiar e intergeneracional, que actualmente no está en vigor, aún hoy son referencia una serie de Entidades que colaboraron con la Administración, y que se especializaron en estos asuntos.


EN SEVILLA: ASOCIACIÓN FAMILIA Y PAREJA C/ LA MARÍA N116, BAJO 2 41008 TLF. 954356901 FAX: 954356901 http://www.unaf.org/

CÓMO SOLICITARLA:

Tal y como establece el Decreto 37/2012 de 21 de febrero, se deberá tener en cuenta las siguientes situaciones: (Al inicio del Proceso)
·         Cuando las dos partes interesadas estén de acuerdo.
·         Cuando sólo una parte realice la petición por iniciativa propia.
A propuesta del órgano judicial o los servicios públicos competentes.
·         Las personas que sean beneficiarias de la mediación familiar gratuita deberán tener reconocido el derecho a la asistencia jurídica gratuita según la Ley 1/1996 de 10 de enero.

Derecho al beneficio de la mediación gratuita
La mediación será gratuita para aquella parte que cumpla los requisitos económicos establecidos en la Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita, y demás normas aplicables.
Si alguna de las partes, o ambas, no estuviera contemplada en alguno de los supuestos anteriormente indicados, accederá a la mediación abonando las tarifas establecidas al efecto.
En general, para quienes hayan decidido recurrir a la mediación familiar, deberán realizar los siguientes trámites administrativos:

·       Presentar en el Registro de Mediación Familiar en la Delegación Provincial de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la provincia de residencia habitual de las personas solicitantes o de una de ellas, la siguiente documentación:
·         Solicitud de designación de persona mediadora.
·         Solicitud de mediación familiar gratuita, si corresponde.
·         Documentación acreditativa personal (pendiente de Orden reguladora)
·         Presentar el Documento de Aceptación del proceso de mediación, en el caso de que una de las partes no haya suscrito la solicitud de designación de persona mediadora y está conforme
·         El Registro comunicará a las partes la propuesta de designación de la persona mediadora. Las partes disponen de 10 días hábiles para presentar alegaciones.
·         En el plazo no superior a 2 meses desde la fecha de la solicitud de designación, se notificará a las partes resolución de designación de la persona mediadora.
·         Si la persona mediadora se encuentra en algunas de las situaciones contempladas en el artículo 17 de la Ley 1/2009 de 27 de febrero, deberá abstenerse de participar en un proceso de mediación. O podrá ser recusada por alguna de las partes en conflicto.

Los motivos de abstención y recusación son:

-  Haber realizado actuaciones profesionales a favor o en contra de alguna de las partes.
- Que exista vínculo de parentesco por consanguinidad hasta el cuarto grado, amistad íntima o enemistad manifiesta entre la persona mediadora y una de las partes.
-  Que la persona mediadora tenga intereses económicos, patrimoniales o personales en el asunto tratado.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Resiliencia.

Rosa Mª Lindo Ortiz.
Mediadora Familiar.
La experiencia traumática desde la Psicología Positiva: resiliencia y crecimiento postraumático de las autoras Beatriz Vera Poseck, Begoña Carbelo Baquero y María Luisa Vecina Jiménez.

Desde la Psicología Positiva nos recuerdan la gran capacidad del ser humano para sobreponerse a experiencias traumáticas. Frente a la cultura de la victimología proponen reconceptualizar el asunto desde una óptica basada en la resistencia, el aprendizaje y el crecimiento ante situaciones adversas.
Aunque nos centraremos en las dos últimas, la reacción ante experiencias traumáticas puede adoptar formas diversas:



~      Trastorno
~      Trastorno retardado
~      Recuperación
~      Resiliencia o resistencia
~      Crecimiento postraumático

De todas ellas, sólo la resiliencia significará que el individuo sometido a una situación traumática no pasará por un período de disfuncionalidad, que mantendrá su equilibrio.La resiliencia supone un cambio importante en la investigación, pues se modifica el anterior criterio de que las personas sometidas a situaciones adversas o traumáticas son incapaces de experimentar emociones positivas. La resiliencia –“capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves” (Manciaux, M., Vanistendael, S., Lecomte, J. y Cyrulnik, B.  2001).

La resiliencia: estado de la cuestión. En M. Manciaux (Ed.), La resiliencia: resistir y rehacerse. Madrid: Gedisa, 2003)- ha sido tratada con matices diversos por autores franceses y estadounidenses. Así, mientras los franceses la relacionan con el concepto de crecimiento postraumático, los norteamericanos, más restrictivos, lo analizan en términos de proceso de afrontamiento que ayuda a la persona a mantener su equilibrio, incidiendo en el retorno homeostático, autorregulador, del sujeto a la situación anterior.
Es importante no confundir resiliencia con recuperación; la recuperación implica la pérdida de la normalidad funcional, la resiliencia el mantenimiento del equilibrio. El concepto de resiliencia se opone frontalmente al anterior concepto determinista de que una infancia infeliz traerá una adultez patológica desde el punto de vista del comportamiento.

Es un error considerar a las personas como resilientes; son los procesos, dinámicos y evolutivos, los que deben ser considerados de esta forma (B. Cyrulnik: Los patitos feos. La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida. Madrid, Gedisa, 2002).
¿Qué factores inciden sobre la resiliencia? Fundamentalmente algunas capacidades personales y características del entorno, desde la seguridad en uno mismo al apoyo social. Para Block y Kremen (IQ and ego-resiliency: conceptual and empirical connections and separateness. Journal of Personality and Social Psychology [1996], 70, 349-361) optimismo, entusiasmo, energía, son características que acompañan a la resiliencia. Fredrickson y Tugade añaden el humor y la creatividad (What Good are Positive Emotions in Crises? A Prospective Study of Resilience and Emotions Following the Terrorist Attacks on the USA on September 11th, 2001. Journal of Personality and Social Psychology [2003], 84, 365-27).

El crecimiento postraumático nos lleva por el camino de la lucha interior que el individuo emprende a partir del suceso traumático. Para los americanos significa un cambio positivo en el individuo que le conduce a una situación de mejora con respecto a la situación anterior al trauma; implica las ideas de aprendizaje, transformación y crecimiento personal, siendo, por tanto, distinto a resiliencia. Para los franceses, sin embargo, crecimiento postraumático y resiliencia son conceptos equiparables.

Para Caldhoun y Tedeschi el crecimiento postraumático tiene tres categorías:

~      Cambios en uno mismo: aumento de la autoconfianza, sensación de ser capaces de superar cualquier cosa.

~      Cambios en las relaciones interpersonales, en tanto que robustecimiento de las mismas. Se despiertan sentimientos promotores de conductas de ayuda, como la compasión o la empatía.

~      Cambios en la espiritualidad y filosofía de vida: cambio en la concepción del mundo y en la escala de valores.

Estos cambios se oponen a la concepción determinista de que ciertos traumas promueven ciertos comportamientos, por ejemplo, que el abuso sexual genera un sentimiento de indefensión en sus víctimas. Así, por ejemplo, McMillen, Zuravin y Rideout – en Perceived benefit from child sexual abuse. Journal of Consulting and Clinical Psychology [1995], 63(6), 1037-1043- sugieren que muchas víctimas salen fortalecidas y con mayores herramientas de protección de ese tipo de situación, lo que, sin duda, implica un proceso de aprendizaje y crecimiento.
Como ha quedado dicho más arriba el crecimiento postraumático requiere de una lucha interior, en la que los sentimientos, positivos y negativos, deben enfrentarse por lo que el sufrimiento estará presente en el proceso. Un proceso de lucha, cambio y crecimiento que se realiza desde lo cognitivo, no desde lo emotivo.

En resumen, tanto la resiliencia como el crecimiento postraumático son modelos que pretenden indagar y explicar la relación entre una situación adversa o traumática y la capacidad de autorreconstrucción del individuo.
Rosa Mª Lindo Ortiz.Mediadora Familiar y de Menores nº 1.374.


domingo, 15 de septiembre de 2013

"Sí, de acuerdo. Cómo negociar sin ceder". Resumen y Crítica personal.


SÍ,.. DE ACUERDO. CÓMO NEGOCIAR SIN CEDER.

Roger Fisher y William Ury . 1981

Este libro está en el origen de la moderna mediación, siendo citados en, prácticamente todos los trabajos, obras de investigación y cursos que se imparten tanto de negociación como de mediación. A pesar de que había escuchado hablar de esta obra, su lectura me ha sorprendido por la forma muy didáctica, directa y para el lector, en que está escrita, haciéndose muy amena, pareciéndome encomiable la manera en que, a medida que expone la teoría, incluye ejemplos de negociaciones en que se podía aplicar, ejemplos que van desde la vida cotidiana más común, a los grandes conflictos internaciones de graves e importantes repercusiones humanas o económicas.
En lo he estudiado sobre las distintos sistemas de mediación, al ideado por Roger Fisher y William Ury, -cuya formación de origen es el Derecho- se le llama el modelo Harvard, también llamado Tradicional o Lineal, indicándose que este modelo está centrado en el acuerdo, y no toma en consideración las relaciones entre las partes, que no pretende modificar, sino que se centra en el contenido de la comunicación. Partiendo de esta teoría, me sorprende gratamente encontrarme a lo largo de la lectura, que se expongan afirmaciones tales como “la continuidad de la relación es mucho más importante que el resultado de cualquier negociación en particular”, expresión que, subrayé por entenderla contradictoria con la teoría estudiada, si bien es cierto que, leída la obra completa, el objetivo de los autores se basa en entender a las personas, sus intereses, sus relaciones, y todo cuanto haya que entender para lograr al final llegar a un acuerdo.
Considero que a pesar de que estudios posteriores y nuevas teorías hayan avanzado mucho en el mundo de la mediación, ofreciendo nuevas formas de actuar y de abordar los conflictos, esto no supone que el sistema de Harvard expuesto en esta obra, haya quedado obsoleto o superado, sino que sigue estando vigente y es válido para la mediación en muchos casos. Indicar en este punto que, junto a este método, se exponen como los dos grandes sistemas de mediación: el Trasformativo de Bush y Folger –cuya formación de origen es la Psicología y que surge en los años 90-, que, se puede decir, es el opuesto al modelo Harvard, porque no se centra en el logro del acuerdo y sí se centra en la transformación de las relaciones, y el modelo Circular-Narrativo de Sara Cobb –cuya formación de fondo es el Trabajo Social y que se formula a partir del año 2000-, modelo que está interesado en ambos aspectos, en las relaciones y en el acuerdo. En ningún caso son métodos excluyentes, sino que, en una misma mediación, dependiendo de las situaciones o problemas a tratar puede ser conveniente utilizar uno u otro sistema.
Cada uno de los sistemas de mediación que han ido surgiendo, ha aportado distintas visiones de cómo abordar los conflictos, pareciéndome importante resaltar que, desde mi punto de vista, la preparación de origen de sus autores (el derecho, la psicología y el trabajo social), determina sin lugar a dudas, la formulación de la visión de la mediación que proponen, el método a seguir y los fines de la misma.  
No obstante ello, el método del libro que analizo, el Lineal, tiene como finalidad fundamental y exclusiva el llegar aun acuerdo, utilizando las fórmulas de negociación más antiguas, consistentes en que exponga una parte sus razones, sus pretensiones, y a continuación la otra y así sucesivamente, siendo las preguntas utilizadas, cerradas o abiertas, pero siempre directas y a lo objetivo, a lo que interesa, al logro de un acuerdo. La introducción de otro tipo de preguntas, y técnicas ej, preguntas circulares, son debidas a las otras modalidades de mediación, de fondo más psicológico y relacional y más interesados por la relación de las personas en conflicto.
Sin perjuicio de que considero que, es fundamental para la vida social el solucionar los problemas diarios de los seres humanos y que, por lo tanto, la mediación dedicada a los conflictos cotidianos, es trascendental, la lectura de las intervenciones que en el ámbito de los conflictos internacionales han tenido los autores del libro “Si…, de acuerdo”, me revela lo efectivo y productivo que es su método, pareciéndome importante hacer una reseña bibliográfica que resalte estas actuaciones. Así:
 
Roger Fischer (recientemente fallecido, el 25/08/2012),”dedicó toda su vida en encontrar métodos de resolución de disputas y conflictos. Entre sus logros se encuentra su asesoramiento al Secretario de Estado de los EE.UU. Cyrus Vance en la negociaciones de paz de Camp David entre Israel y Egipto. Asesora también al presidente Ronald Reagan en las negociaciones con el líder
Soviético Mikhail Gorbachev. Durante los 90 facilitó el cese de la guerra civil en El Salvador, impartiendo talleres a los líderes de las diversas facciones, tras lo cual se logran los acuerdos de paz. En 1991 viaja a Sudáfrica e imparte sus talleres a los líderes del Congreso Nacional Africano y el Congreso Afrikaneer quienes están negociando el fin del apartheid y redactando una nueva constitución. Participó en la resolución de la guerra fronteriza entre Perú y Ecuador que se desarrolló entre los años 1995 hasta el año 2000”
(Tomado de http://innovacionytalento.blogspot.com.es/2012/09/in-memoriam-de-roger-fisher.HTML
 
Y en cuanto a William Ury: "Durante los últimos 30 años, Ury se ha desempeñado como asesor de negociación y mediación en conflictos que van desde fusiones de huelgas salvajes en una mina de carbón de Kentucky a las guerras étnicas en el Oriente Medio, los Balcanes y la antigua Unión Soviética. Con el ex presidente Jimmy Carter, fue co-fundador de la Red Internacional de Negociación, un organismo no gubernamental que busca poner fin a las guerras civiles en todo el mundo. Durante la década de 1980, ayudó a los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Soviética crear centros de crisis nucleares destinadas a evitar una guerra nuclear accidental. En ese puesto, se desempeñó como consultor del Centro de Gestión de Crisis de la Casa Blanca. Ury se ha desempeñado como un tercero para ayudar a poner fin a una guerra civil en Aceh, Indonesia, y ayudar a prevenir una en Venezuela.Su proyecto más reciente es la iniciativa Camino Abraham , que busca construir puentes entre culturas y religiones mediante la apertura de una ruta de senderismo y rutas culturales en el Medio Oriente, que vuelve sobre los pasos de Abraham y su familia” .. de ABC Christiane Amanpour lo llama "un iniciativa sin precedentes para romper las barreras y fomentar la comunicación en la región más dividido del mundo ". (Tomado de la web www.williamury.com).
 
 
RESUMEN
 
Hemos primero de indicar que la obra se estructura en una Introducción y 4 partes que voy a ir exponiendo introduciendo a la vez mi visión sobre el mismo. Las partes del libro son:
 
-I El problema,
-II El método,
-III Sí, pero…
-IV Para concluir.
 
La Introducción.
 
Plantea la obra a modo de justificar su porqué, el punto de partida:
 
“Gústele o no, usted es un negociador, ……, la negociación es un medio básico para lograr lo que queremos de otros…., aunque se negocia todos los días, no es fácil hacerlo bien, y las estrategias estandarizadas para negociar, con frecuencia dejan a las personas insatisfechas, cansadas o alienadas –y a menudo, las tres cosas a la vez. Por lo general se observan dos maneras de negociar: la suave o la dura… Además hay una tercera manera para negociar, que no es ni dura si suave, sino más bien a la vez, dura y suave " y ahí introduce, presentando, el método de negociación que defiende el libro
 
“El método de la negociación según principios desarrollados en el Proyecto de Negociación de Harvard, consiste en decidir los problemas según sus méritos… sugiere que se busquen ventajas mutuas siempre que sea posible, y que cuando haya conflicto de intereses debe insistirse en que el resultado se base en algún criterio justo independiente de la voluntad de las partes. La negociación según principios es una estrategia que sirve para todos los casos. Al contrario de lo que sucede con otras estrategias, si el otro lado la descubre no es más difícil utilizarla, sino más fácil. Si leen este libro, mucho mejor”.
 
Desde mi punto de vista, el que lee esta introducción, debe pensar que leer el libro está lleno de beneficios.
 
Parte I. EL PROBLEMA.
 
1.-No negocie con base en las posiciones.
 
En esta parte, la obra nos muestra en primer lugar la forma ordinaria en que los implicados en un conflicto, afrontan el discurso para encontrar una solución y es, posicionarse, defender su posición.
 
Veo la posición como el axioma al que cada cual llega cuando, reflexiona sobre una cuestión y valora los porqués, los pros y los contras que la rodean. La posición pues, concluye todo el devenir interior de la persona, quien en la negociación formula su posición como el fin a conseguir, sin que evidentemente, se traspase a este momento, el devenir mental previo de la persona que formula su posición. En la negociación sobre posiciones, el “ganar” consiste en conseguir la posición y se valora el éxito de la negociación cuando el resultado de la misma, más se acerca a ella. La negociación será un fracaso cuanto la persona más se separe de su posición inicial. Desde mi punto de vista, negociar es, conforme a este patrón, lo que conocemos en nuestra cultura como regatear.
 
Roger Fisher y William Ury, nos dicen en su libro que, ya seas un negociador duro o suave, negociar sobre posiciones
 
-produce acuerdos insensatos
-es ineficiente, y
-pone en peligro la relación.
 
Y proponen un nuevo método de negociación que se da dos niveles: el primero sobre la esencia del objeto a negociar y el segundo sobre el procedimiento, el cómo hacerlo, sobre las reglas de la negociación, y lo denominan “negociación según principios o negociación con base en los méritos, que pueden resumirse en cuatro puntos básicos”.
 
1º.- Las personas: Separe a las personas del problema
2º.- Los intereses: Concéntrese en los intereses, no en las posiciones.
3º.- Las opciones: Genere una variedad de posibilidades antes de decidirse a actuar.
4º.- Los criterios: Insista en que el resultado se base en algún criterio objetivo.
 
Parte II. EL MÉTODO.
 
2.- Separe a las personas del problema.
 
En este apartado se parte de la afirmación básica de que antes que todo, los negociadores (no solo el otro, sino también usted mismo) son personas, que tienen emociones, valores profundos, diferentes procedencias y puntos de vista, que pueden tener reacciones impredecibles y que, no se puede obviar esta dimensión, aunque la atención a estos aspectos humanos, siempre complejos, pueda ser de gran ayuda o también ser desastroso.
 
Se afirma que todo negociador tiene dos intereses: en la sustancia y en la relación, indicándose que, la continuidad de la relación es mucho más importante que el resultado de cualquier negociación en particular, y que, al abordar la negociación hay que saber distinguir la relación de lo sustancial.
 
Dicen estos autores que para atender a este laberinto problemático de las personas, se ha de pensar en tres categorías:
 
-Percepción.- porque, a veces, por mucha información “objetiva” que se tenga sobre un problema, sobre los “hechos concretos”, y a pesar de que los mismos se plasmen sobre la mesa, el conflicto entre las personas continúa, porque realmente, la diferente forma de pensar de las personas, es el verdadero problema. Para dar pasos adelante en la negociación es fundamental ponerse en el lugar del otro e intentar tener su percepción de los hechos objetivos, de “la verdad”, tratando también en este punto, lo importante que, para lograr un buen acuerdo es, el darle parte al otro en la elaboración y formulación de las soluciones, pues en otro caso, la parte se siente excluida, piensa que la solución la impone usted y ella, la parte, solo ha de aceptar. Dicen los autores que “En cierto modo, el proceso es el producto”.
 
-Emoción.- Hay que dejar que las personas expresen sus emociones que “se desahoguen”.
 
-Comunicación.- Aspecto en el cual se dan tres grandes problemas:
 
1.-Los negociadores no hablan para el otro, sino para los demás a quienes representan o cuyos intereses defienden. Y en la obra, los autores recomiendan: “hable con el fin de que se le entienda”.
 
2.- Los negociadores no se escuchan recíprocamente. Y para llegar a una buena negociación, se ha de practicar la escucha activa y hacerle ver al otro que realmente lo está escuchando.
 
3º.- Los malentendidos. Por lo que se ha de buscar entender bien lo que el otro quiere decir, preguntando cuantas veces sea precisa y contrastando si lo que creo que he entendido es realmente lo que el otro quiere decir.
 
3.- Concéntrese en los intereses no en las posiciones.
 
Me parece quizás la aportación más importante de la obra al posterior desarrollo de la mediación, o al menos, este concepto es el que reiteradamente se indica como fundamental a la hora de abordar los asuntos a mediar. Y ello lo expongo, considerando lo importantísimo que es el atender a las emociones y al estado de las personas en el conflicto, (extremo que es igualmente de trascendental atención para abordar las mediaciones), pues, entiendo que, detrás de los intereses, muchas veces, existen emociones, sentimientos y necesidades humanas.
 
Se ha de negociar sobre intereses, no sobre las posiciones.
 
Y a modo de resumen exponemos que, destaca el libro como error frecuente al abordar una negociación el entender que las partes tienen intereses contrapuestos, lo cual “casi nunca sucede”. Se ha de indagar cuales son los intereses de las partes, preguntando ¿porqué? o ¿porqué no?, y es muy frecuente descubrir que en muchos casos los interese son complementarios o compartidos, siendo muy posible acuerdos muy beneficiosos para todos.
 
Los intereses más poderosos son las necesidades humanas básicas: seguridad, bienestar económico, un sentido de pertenencia, reconocimiento, y control sobre la propia vida, y recomiendan los autores que, a medida que se intervenga en la negociación, se realice una lista, para escribir y clasificar los intereses de las partes a medida que ocurran.
 
Me hace pensar también lo que se expone en este apartado cuando dice: Mire hacia adelante y no hacia atrás: “Si les pregunta a dos personas porqué están discutiendo, lo más seguro es que le expongan una causa y no un propósito”, es decir, cuando tenemos un problema, las personas nos enroscamos y bloqueamos en los orígenes del mismo y buscar las razones de su generación, pero no nos concentramos en mirar hacia dónde queremos llegar, y ese enfoque, dificulta la negociación.
 
4.- Invente opciones de mutuo beneficio.
 
Este apartado trata la intervención del negociador en el tratamiento del conflicto, dándole un protagonismo que, en el actual concepto de mediación, no ha de existir. Los protagonistas en mediación, son siempre, las partes.
 
Así, a pesar de tratar los conceptos de “tormenta de ideas” (que hemos estudiado en mediación, y que en este libro los autores analizan el antes, durante y después) y analizar detalladamente los problemas y dificultades que existen para que las partes –ellos, las personas en conflicto- puedan formular de forma amplia y diversa las posibles soluciones que puedan existir a su problemas, la obra nos muestra un negociador flexible e imaginativo, pero claramente directivo, principalmente cuando insiste en que se aporten a las partes criterios objetivos en el debate, aconsejando que no se debe permitir –porque no es nada productivo- el debatir sobre bases o premisas no sustentadas en bases ciertas y constátables. Se dicen frases cómo “”Como para usted el éxito de una negociación depende de que la otra parte tome una decisión que usted desea, debe hacer todo lo posible para que les sea fácil a ellos tomar esa decisión””. Es decir, parece que el negociador es una especie de manipulador, pues al final, -y puede ser que, sin duda alguna, con la mejor de las intenciones- debe llevar a las partes a encontrar la solución que mejor le parezca al propio negociador.
 
Trata el libro, lo importante que es presentar a las partes propuestas de acuerdos que tengan apariencia de legítimas y cómo no se ha de ceder nunca ante las presiones y las amenazas, resolviendo siempre la situación en base a valorar únicamente, los datos objetivos que estén presentes en esas formulaciones agresivas.
 
Expone que el sistema de negociación que defiende, “la negociación según los méritos”, tiene tres elementos básicos.
 
1º.- Formule cada aspecto como una búsqueda común de criterios objetivos.
2º.- Sea razonable y escuche razones, respecto a los criterios que puedan ser los más apropiados y respecto a la manera de aplicarlos.
3º.- Nunca ceda ante la presión, solo ante los principios. En resumen, concéntrese en criterios objetivos con firmeza pero también con flexibilidad.
 
5.- Insista en que los criterios sean objetivos.
 
En este apartado se insiste en lo expuesto anteriormente y se formulan ejemplos de negociaciones reales.
 
Parte III. SÍ, PERO….
 
6.¿Qué pasa si ellos son más poderosos? (Encuentre su MAAN. Mejor alternativa a un acuerdo Negociado).
 
En esta parte del libro, se introduce este concepto el MAAN, que viene a poner de relieve lo importante que, para las negociaciones es, el que cada parte sepa la solución que su problema tendría si no negociase. Si esas opciones son mejores que lo que puedo obtener en una negociación, no negociaré. Dice, “La razón para negociar es obtener algo mejor de lo que se obtendría sin negociar”.
 
Lo que pone de manifiesto el libro es que, la valoración del MAAN tiene que ser realista y conocida por las partes, pues no es sólo la consideración de un dato económico o numérico, sino también variables tales como, tiempo, juicios, etc.
 
Con posterioridad, en los cursos de mediación, he observado como, junto al MAAN, se habla del PAAN, que es en el polo opuesto, viene a representar la “peor alternativa a un acuerdo negociado”, concluyéndose que ambos conceptos son importante tenerlos en cuenta en el proceso de mediación pues, los posibles acuerdos siempre se van a mover entre el PAAN y el MAAN, siendo importante el conocer cuales son los nuestros, pero también los de la otra parte.
 
7.- ¿Qué pasa si ellos no entran en juego?
 
En este apartado, la obra “Sí…,de acuerdo”, analiza qué ocurre si una de las partes no quiere negociar y, plantea tres estrategias que se formulan para ser utilizadas de forma subsidiaria, encargándose el capítulo del examen de las dos últimas.
 
Las estrategias son:
 
1ª.- Centrarse en lo que “uno puede hacer, fijándose en los intereses y no en las posiciones. Si ésta no funciona.
 
2ª.- Concentrarse en “lo que ellos pueden hacer”, insistiendo en atender únicamente a los méritos y no a las posiciones. A esta técnica es a la que se le llama JUJITSU DE LA NEGOCIACIÓN.
 
3º.- Concentrarse en “lo que puede hacer un tercero”. A este procedimiento le llama negociación con un solo texto.
 
El cuanto al JUJITSU, plantea la obra la situación en que, una parte en la negociación, se atrinchera en su posición, que repite, y dirige el ataque contra las ideas o la persona del otro negociador. Aquí plantean los autores que, aunque la reacción normal sería la de contraatacar de la misma forma, ello no es lo adecuado pues se entraría en un círculo vicioso que a ningún resultado positivo lleva.
 
Para ello se dice que lo que se ha de hacer es
 
•Romper el círculo vicioso negándose a reaccionar.
•Desviar el ataque de ellos y dirigir la atención hacia el problema.
•Evitar la confrontación directa.
•Utilizar la fuerza negativa de un empuje para lograr su propio fin. 
Se expone en el libro que las tácticas para aplicar efectivamente el JUJITSU en la negociación y lograr que la atención se dirija al problema consiste en
1º.- Cuando la otra parte mantenga y formule sin moverse, su posición, en vez de oponerse, limítese a reconocerla, sin aceptarla ni rechazarla, sino viéndola como una opción posible.
2º.- Si atacan sus ideas, no las defienda, al contrario, pida que lo critiquen y lo asesoren.
3º.- Si lo atacan a usted, resista la tentación de defenderse. Convierta el ataque hacia usted en ataque hacia el problema.
 
Quienes utilizan el JUJITSU en la negociación, utilizan dos armas claves:

•Hacer preguntas en lugar de hacer declaraciones.
•El silencio. El silencio crea la sensación de que se ha llegado a un empate, y la otra parte se siente obligada a seguir exponiendo.
En cuanto a la negociación con un solo texto: Como hemos indicado con anterioridad, esta es la forma en que, habiendo fracasado las dos formulas anteriores, y consiste en llamar a un tercero, a un mediador, que no obstante y, leído el capítulo, se presenta como alguien interesado en llegar a un acuerdo, aunque no directamente en los términos del mismo.
Se valora este sistema, como muy adecuado en negociaciones bilaterales, pero imprescindible en las multilaterales, planteándose como alguien que formula una propuesta y pide a las partes que se la critiquen, estando en medio de todas y siéndolo vehículo trasmisor de las manifestaciones de las partes, pero con la visión precisa para fijar la atención en los intereses y no en las posiciones.

Y a los efectos prácticos,- que de ello tiene mucho este libro- contiene el mismo la formulación de varias frases, seguidas de ejemplos y, en algunos casos un breve análisis, que son principales a la hora de dirigir la atención a los intereses, logrando así que las partes sí quieran entrar en la negociación, entren en el juego, (como se le denomina en el libro), y estas frases son:
-Por favor, corríjame si me equivoco.
-Le agradecemos lo que ha hecho por nosotros.
-Queremos lo justo
-El problema no es la confianza
-¿Podría hacerle algunas preguntas para ver si la información que tengo es correcta?
-¿Qué principios inspiran sus actos?
-Permítame ver si entiendo lo que está diciendo.
-¿Podemos volver a conversar?.
-Quisiera decirle cúales son los puntos de su razonamiento que me cuesta trabajo entender.
-Una de las soluciones justas podría ser…
-Si estamos de acuerdo…, si estamos en desacuerdo.
-Ha sido un placer tratar con usted.
8.- ¿Qué pasa si ellos juegan sucio?
 
Se trata en este apartado de dar soluciones a la intervención de personas que en la negociación utilizan trucos para “aprovecharse de usted”. Todo el mundo conoce alguno de estos trucos, dice el libro. Van desde las mentiras y la violencia psicológica hasta varias formas de tácticas de presión. Pueden ser ilegales, no éticas, o simplemente desagradables.
Ante la utilización de estas tácticas por una de las partes, la otra tiene dos opciones básicas: tolerarlas, o responder utilizando las mismas armas.
Pero, los autores formulan el abordaje a esta situación diciendo que, realmente, la formulación unilateral de propuestas, -que es realmente en lo que cosiste esta formulación “sucia”- se basa en la legitimidad de las mismas, y que, por lo tanto, el atender al planteamiento de propuestas no legítimas, nos lleva a tener que negociar acerca de las reglas del juego, y dicen “Para contrarrestarlas, debe tratar de entrar en un proceso de negociación basado en principios acerca del proceso de negociación”.

Entra luego a analizar ¿Cómo se negocia acerca de la reglas del juego?, y formula tres reglas:
1. Reconocer la táctica.
2. Expresando el problema explícitamente, para lograr que la táctica sea menos efectiva y que ellos mismos dejen de utilizarla.
3. Poner en duda la legitimidad y utilidad de la táctica.
Y siguiendo con el devenir de la obra, en todo caso, es preciso tener presente:

-Que se ha de separar a las personas del problema. Hay que evitar atacar a las personas que utilizan la táctica que nosotros consideramos ilegítima.
-Que se ha de poner en tela de juicio la táctica, no la integridad de las persona.
-Concéntrese en los intereses no en las posiciones.
-Insista en los criterios objetivos.
-Como último recurso, remirarse, analizar el MAAN.

Contiene el capítulo un amplio análisis de las tácticas sucias más usuales, exponiéndola finalidad, el efecto de la misma, lo cual hace pensar con amplia visión en las sus consecuencias negativas y en las artes que, en mi caso, el mediador ha de tener al enfrentarse a mediados que puedan utilizarlas.

Dice el libro “Puede ser muy útil comenzar la negociación preguntando cuales son las reglas del juego. Esté listo para luchar contra las negociaciones sucias.
Es más fácil defender un principio que una táctica ilegítima.
Esté preparado”.


Parte IV. PARA CONCLUIR.
Nos ofrecen los autores tres ideas a tener presentes:

1º.- Que puede ser que todo lo que han expuesto, ya lo sepa el lector, que, en muchos casos, le manifiestan cómo la lectura de la obra tan solo, le pone nombre a lo que realmente hacen en el día a día en las negociaciones que abordan.
2º.- Que hay que aprender, negociando, pues nadie aprende a montar en bicicleta o jugar al tenis, leyendo un libro.
3º.- Que lo más importante es el método de la negociación y negociar con un método basado en principios es ya “ganar”.


Ángela Hernández Cepeda. Abogada. Agente de Igualdad y Experta en Mediación Familiar, Educativa y con Menores.