OFRECER UN SERVICIO MUNICIPAL DE MEDIACIÓN es
ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de resolver sus propios conflictos
dentro en un marco comunitario. Los efectos positivos de este sistema en la
comunidad son importantes, ya que permite la promoción de la participación
ciudadana en lo local, favorece la permanencia y continuidad de los programas
y/o proyectos sociales, y facilita una mayor y mejor comunicación. La resolución
de los conflictos en el seno de la comunidad, por parte de los propios
ciudadanos, promueve la Cultura de la Paz, logrando un adecuado desarrollo
social de sus participantes y fomentando la convivencia de todos.
OBJETIVOS DEL SERVICIO: ayudar al
ciudadano en sus dificultades de comunicación y responsabilizarle de sus actos,
facilitándole su participación a través de la mediación. Con ello se persigue
que los ciudadanos modifiquen actitudes, mejoren habilidades sociales,
reactiven o restauren vínculos sociales y, sobre todo, otorgarles la posibilidad
de resolver sus conflictos con flexibilidad y rapidez, sin necesidad de acudir
a vías judiciales.
La resolución
de conflictos en nuestros municipios debe orientarse hacia un sistema de
mediación comunitaria, con el fin del alcanzar ciudades de paz, y para ello se
necesita contar con una apuesta decidida por parte de los poderes públicos.
En resumen, un SERVICIO MUNICIPAL DE MEDIACIÓN facilitará:
– la
resolución pacífica de conflictos que afectan la convivencia cotidiana en la
comunidad, y
– la sensibilización
de la ciudadanía hacia la MEDIACIÓN como potenciadora de una cada día más
necesaria cohesión social.
LA FINALIDAD
ES LA DE FAVORECER LA MEJORA DE LA CONVIVENCIA CIUDADANA EN LOS MUNICIPIOS,
FOMENTANDO LA PARTICIPACIÓN ACTIVA Y CORRESPONSABLE DE LA CIUDADANÍA A PARTIR
DE UN POSICIONAMIENTO MEDIADOR.
Y CON ELLO, PRETENDEMOS CONSEGUIR:
• Desarrollar
un MODELO DE PREVENCIÓN, GESTIÓN Y RESOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS.
• Facilitar la
construcción de una ciudadanía activa, cívica y responsable.
• Implicar a
la ciudadanía en la gestión de sus propios conflictos, retomando el
protagonismo en los asuntos que les afecten.
Trabajar a
favor de esta convivencia supone trabajar a favor del diálogo, de la inclusión,
de la cohesión social y de la búsqueda de alternativas para la resolución y
transformación de los conflictos cotidianos.
Se trata, por
tanto, de:
• Promover la
intervención precoz, es decir, construir una responsabilidad social con capacidad de gestionar conflictos.
• Facilitar a
los municipios y a sus habitantes un proceso para evolucionar desde el
conflicto hasta posiciones más cooperativas, es decir, se trata de ayudar a
modelar un nuevo procedimiento de construcción de convivencia ciudadana. El
siglo XXI necesita nuevas respuestas a la confrontación. Nuestros ayuntamientos
deberían iniciar un esfuerzo serio hacia la mediación comunitaria, dados los
éxitos alcanzados en otros ámbitos de la mediación como la familiar y con ello
ganaríamos todos.
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